Reflexión 692
En el castillo
Suyo... ud entró. Cansio los pasos dió. Silencio total. Todos los que ayer iban de un lado a otro en el ajetreo diario del castillo... murieron, se fueron.
Bien recibido con sus brazos abiertos... estáticos... estaban los muebles, adornos esperándolo.
En ellos depositadas estaban mil energías, vigor, vitalidad suyos.
Oh, como quisiera todas esas energías, vigor, vitalidad ellos se las devolvieran.
No, el tiempo solo ruindad, polvo las hará como a ud... que dentro de poco el cansancio lo postrará, inertizará.
De sus ojos... rodaron lágrimas... de dicha o desdicha. Solo ud lo sabe.
Valmore Vivas
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