El hombre es terrestre. El pez es acuático. A cada uno la naturaleza lo dotó de condiciones para sobrevivir en su medio.
El hombre vislumbrando va a destruir su única nave intergaláctica anda inventando poder invadir otro planeta.
Que tristeza da el hombre, en lugar de hacer su máximo esfuerzo en preservar su único cuerpo huésped... busca como siempre evadir su propia responsabilidad encontrando solución en una super utopía... vivir en otro mundo... Quizás para destruirlo igual.
Para saber como le iría en ese sueño de mundo debería no más ver sí es capaz de adaptarse a vivir dentro del agua, sí su cuerpo es capaz de mutar... lo cual es bien difícil revertir la sabiduría de la naturaleza, creadora de todo para ocupar su sitio.
Mientras, el hombre en su carrera meteórica se autodestruye él y a su cuerpo huésped... la TIERRA.
03 mayo 2009
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