Las cercas del corral donde estás enclaustrado son tan distantes que visualizarlas es bastante difícil.
Tú corres, corres, corres y no llegas a ellas.
Eso para aquél que en un momento percibe su encierro...,
pero la mayoría ante la inmensidad del corral muy a gusto pasta, vive..., creyendo es LIBRE.
11 diciembre 2011
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