Todo sucede por algo.
Un volcán ebulle cuando las presiones internas de la tierra buscan un escape para lograr su armonía interna.
Las lágrimas son la lava del dolor... ebullendo.
Luego, la calma sosiega al espíritu.
Luego, la vista clarifica su visión.
Luego, la mente ordena las ideas.
Vivir es ebullir llantos, RISAS que arrasan lo superficial para renovar nuevos sentires, nuevas emociones, nueva vida.
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