27 junio 2010

Sólo por hoy no esperes más. Por Belén Galiotti

Cancelaste el cine porque la función era muy tarde. No sentiste siquiera el sabor de la cena. Tenías apuro por llegar al postre. Y te dormiste antes de probarlo.

Nada es suficiente. El mañana está tan instaurado que olvidaste sentir. Condicionado por lo que "sucederá" dejas de vivir un hoy que te ofrece más de lo que imaginas.

¿Cuándo fue que olvidaste saborear el presente? ¿Cuándo decidiste que caminar bajo la lluvia era feo porque se te mojaba la ropa que luego tendrías que lavar? ¿Cuándo fue que preferiste lo artificial de la comida rápida, porque ese guiso casero de la abuela te llevaba mucho tiempo de cocción?


Vive aquí y ahora

En algún momento hiciste ese "click" y entregaste tu alma a la vorágine de un hoy que no se vive del todo. Un hoy que se apura, que nunca llega antes de tiempo, que vive retrasado y sin descanso. En algún momento decidiste también que el mañana iba a ser mucho mejor y dejaste de observar el reflejo del ahora, de disfrutarlo, de saborearlo, de conquistarlo.

Vives atado a un andén cuyo tren rechina y para en cada estación tan sólo unos minutos. Un andén que nunca cambia su recorrido, que nunca frena del todo, que tiene el único objetivo de avanzar con el fin de "llegar". ¿A dónde? No lo sabes.

Mañana estarás bien. Con la compra de ese nuevo auto serás feliz. Tu cuerpo mejorará si tomas ese té mágico y con la nueva procesadora tus platos se cocinarán en menos de cinco segundos. Rápido. Porque si no cocinas rápido, no comerás rápido, no chequearás los mails rápido y no podrás descansar ni dormir rápido para luego despertar apurado, bañarte velozmente y desayunar casi atragantándote porque llegas tarde al trabajo.


Es tiempo de revertir

El solo hecho de que te hayas visto reflejado en las primeras líneas, amerita que leas algo: Puede cambiar, todo puede revertirse. Aquello que ayer no notaste que estaba, hoy puede tornarse visible. Debes entender que si sigues esperando a mañana para disfrutar, para reír, para salir a bailar, para hacer un lindo regalo, para decirle a otro cuánto lo amas, para tener una noche apasionada... vivirás en una eterna espera. Hoy puedes cambiar tu realidad, hoy puedes empezar de nuevo.


Vísteme despacio, que estoy apurado

Claro que resultaría imposible evitar los horarios. Vives en una sociedad que te impone un orden, e ignorarlo sería una picardía. Perderías tu trabajo y olvidarías a los niños en el colegio. Pero esos horarios programados no pueden tomar el control de tu vida. Paso a paso, sin olvidar el placer del recorrido, debes anticiparte a la velocidad que te imponen. Tomando conciencia de lo que estás haciendo, porque cada cosa que haces merece ser disfrutada.


La grandiosidad de lo pequeño

Si logras disfrutar del día a día, sin tener que esperar a mañana, puedes darte por satisfecho. Tomate cinco minutos para desayunar. Inténtalo. Dedícalos a explicarle al cuerpo que un hermoso día te espera, para despejar la mente de los sueños, que puedan haberla abrumado, de las tareas que puedan tenerla cansada. Aunque sea cinco minutos, para escuchar al alma mientras saboreas una tostada, una galleta, o la antagonía de un café descafeinado. Conéctate con tu ser y "valora" ese momento que no es de nadie más que tuyo.


Un gusto a la carta

Sólo por hoy elige hacer algo que te haga muy feliz. Mira una película, llama a un amigo, come ese caramelo que te gusta. Sólo por hoy disfruta mucho de algo. Descansa unos minutos, cocina esa receta que te sale deliciosa, prende velas. Toma un baño de inmersión, apaga las luces.

Sólo por hoy disfruta de la sonrisa del taxista, del saludo del diariero, del consejo de la vecina que te habla de sus plantas. Sólo por hoy ama incansablemente, ríe a carcajadas, llora a cántaros. Porque sólo así te darás cuenta de que estás vivo. Sólo así habrá valido la pena el día. Porque nada va a suceder si tomas ese desayuno, si te das ese baño, si sonríes. Pero algo no sucederá, si olvidas hacerlo. Sólo por hoy encuentra aquello que perdiste y deja de correr tras un mañana que, cuando despiertes, no será más que un nuevo hoy.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por compartir lo que escribo! Es un honor para mí que lo hayas posteado! Saludos desde un hoy, lleno de sorpresas!