Cuando vas a una excursión de montaña con apenas agua valoras lo que es tasar el agua sorbo a sorbo. Valoras un sorbo de agua. Aprendes a controlar tu sed acumulada con apenas un sorbo.
Cuando estás en la montaña sin comida, luego de un caminar por subidas, bajadas, planicie.. un mango maduro, pequeño es lo máximo para mitigar el hambre, la necesidad de azúcar al cuerpo. Te sabe a gloria, te lo comes poco a poco pues no tienes más... para saborearlo, para engañar al hambre.
Después de haber caminado un gran trayecto, ya cansado por las subidas, el trayecto... dar un paso es una proeza, terminar de avanzar 300, 200 y últimos 100 m es toda una hazaña.
Una sentada en el suelo tierrudo es la silla más acogedora, una acostada en el suelo tierrudo es la cama más confortable.
Aprendes a valorar lo elemental de la VIDA..!!.. un sorbo de agua, un bocado de comida, el dar un paso más, el caminar los últimos 20 o 10 o 5 m.
Es un encuentro contigo, con lo elemental de la vida, con la naturaleza.
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