Cuando uno en la vida aprende a sentirse DIAMANTE nada penetra que haga nuestra armonía se desequilibre.
Así uno anda por la vida muy sereno, muy calmo, con su frente mirando hacia adelante no hacia atrás.
Todo nos resbala.., simple, siempre avanzamos como agua de río.
La envidia no nos hiere, no nos penetra.., seguros andamos, respetando a todos e interactuando con todos y con el TODO pues todo, todos estamos VINCULADOS, UNIDOS.
24 junio 2010
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