Lo amargo, lo dulce pervive en la medida tú lo maceres, pero sí uno aprende a vivír el instante y luego olvidar para dejar la mente despejada para las NUEVAS vivencias que han de llegar... entonces uno va al camino de ser feliz siempre, diario, a cada instante.
Eso es saber sintonizar tus sentires, tus sentidos al entorno que te rodea en cada momento.
Simple... VIVES.
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