Vivir etapas de la vida adelantadas cuando aún tienes juventud es un privilegio invalorable.
Te permite madurar para afrontarlas cuando tu juventud no te acompañe.
Se requiere mucho aplomo para no decaer.
Superada, serás daga acerada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario