La dicha ideal
No existe.
Es como decir poner la guinda de la felicidad permanente.
En el Universo todo está en constante cambio, dinámica. Nada es permanente.
El lago que vemos sereno en la superficie, en sus profundidades bulle las corrientes lentas y fuertes. En cualquier momento emergen y la superficie deja de ser serena.
El estado emocional de las personas siempre está en un bioritmo constante. Una veces calmado. Otras alterado.
Uno observa a los multimillonarios... que han luchado para lograrlo. Cuando lo logran... quieren más y más retos. No se aquietan. Su instinto les pide más y más emociones, más y más conquistas. Ahí los ves con deseos de conquistar a Marte. La Tierra se les hizo ya pequeña.
La dicha ideal es como una utopía. Sabe es inalcanzable... pero es la que al humano lo mantiene en constante persecución, siempre moviéndose. Sabe en el camino morirá pero no quieto sino corriendo desbocado.
En lo emocional alcanzas un deseo, lo disfrutas y luego el hastío te va arropando. Con ello va emergiendo la inquietud, el romper la quietud, calma... para buscar de nuevo los rápidos del río donde todo tu SER vuelve a encrisparse, dinamizarse.
Corolario
La dicha ideal es temporal, siempre con un pie en la quietud y el otro en el cambio.
Valmore Vivas
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