El vacío emocional
Cristina Onasis... hija de un magnate: Onasis.
Se crió en un castillo de oro, en opulencia, mil sirvientes a su servicio... pero sin el amor de su mamá y papá.
Los negocios, compromisos sociales no le daban tiempo de ocuparse de su hija. Para ello estaban los sirvientes.
El tiempo trascurrió... Cristina se hizo adulta. Fracaso de matrimonios, baja autoestima le acompañó.
Sus padres fueron muriendo. Ella cayó en depresiones a lo largo de su existir. Terminó suicidandose.
Moraleja
El vacio emocional hecho a lo largo del existir no lo llenan castillos de oro, todos los adornos inimaginables, todos los tótems existentes, todas las riquezas se tienen.
Todos ellos son cosas inanimadas, sin sentir, sin emociones... cosas frías, muertas. Cosas que no te abrazan, oyen, ven, miman, animan.
Para no ahogarse en ese inmenso vacío emocional muchos buscan evadirlo como pueden. Se súper ocupan, se imbuyen en las jergas, en mil drogas, vicios.
Solo son evasiones... que al despertar de las mismas se vuelven a encontrar con su inmenso vacío... hasta llegar un momento en que ya no lo pueden evadir. Ahí deciden suicidarse. La vida se les convirtió en un gran océano que los engulle a sus profundidades para desaparecer del existir.
No todo lo que brilla es oro.
Valmore Vivas
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