Síndrome esclavista
En el feudo esclavistas... unos esclavos... sigiliosomente... discuten sobre la crueldad, violación hace el Amo de ellos.
Sale un esclavo diciendo:
- Todos sabemos que eso es así. Nada podemos hacer. El Amo es dios y señor en el feudo. Él, solo él, impone las reglas que todos debemos obedecer sin protesta.
Dediquemonos a trabajar para medio vivir... no queda otra.
Esto así ha venido ocurriendo desde hace mucho tiempo. Nuestros tatarabuelos... esclavos fueron de los Amos tatarabuelos.
Ya deberíamos estar acostumbrados a nuestro modo de vida heredado... siempre viviendo en un rancho, vistiendo harapos, sumidos en la ignorancia, trabajando de sol a sol y dando gracias a dios por darnos un Amo que nos permite respirar. Dios... que nuestro beato... nos inculca que él nunca nos abandona en nuestras penurias terrenales pues con ellas estamos edificando el Paraíso Celestial que nos espera al morir. Mientras el Amo con su actuar cruel edifica el Infierno Celestial al morir.
Sale un asomado y dice:
- Seguro que el Amo... con tanta riqueza ha hecho con nuestra esclavitud... capaz el beato le ofrece por unas cuantas monedas de oro su Indulgencia Celestial.
Sale otro asomado y dice:
- Verdad, es capaz. Y para extender su maldad en el Cielo... capaz le da otras monedas de oro para que nosotros con tantas penurias terrenales edificamos el Paraíso Celestial... nos lo cambie a todos por el Infierno Celestial... así en el Cielo se evita estar con sus apestosos esclavos terrenales.
Todos, en un solo murmullo, dicen:
- Verdad.
Se disuelve la reunión de esclavos. Todos van a sus faenas sin descanso... a olvidarse de sus penurias ocupándose.
Valmore Vivas
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