65 años
Que una vida murió: mamá y otra nació: yo.
A esa edad dejé a papá en San Cristóbal cuando a los 18 años partí a Caracas a estudiar en la Universidad Simon Bolivar.
Esa edad de papá la veía una eternidad. La veía como la vejez. Hoy la tengo.
Papá sobrevivió 31 años más. A los 96 murió, un 4 febrero 2006, anciano, súper acabado fisicamente.
Mil vivencias a lo largo de estos años. Vivencias inimaginables... que poco a poco se fueron dando. Con ellas fui madurando... ampliando mucho el horizonte de la vida... clarificandolo cada vez más.
Desaprendiendo y reaprendiendo. Desprendiendome de mil lastres que hacían lento el vivir. Tabúes, dogmas, prejuicios en el camino fui dejando.
Hoy mas ligero... con claridez observo, analizo el vivir. Vivir falsete, acomodado a los intereses dominan, donde poco importa el hombre, la naturaleza, la vida. Importa es el tener codicioso, avariento de unos pocos en perjuicio de muchos... sin importar como se logre.
Vivir, donde la mayoría anda dopada, lerda... deslumbrada en perseguir un vellocidio de oro que le hacen creer alcanzará. En ello pasa su vivir... sin sentir en si el vivir. Así anda siempre ocupado, entretenido.
A que edad llegaré... no lo sé. Que no haré, que haré... no lo sé. Cuan camino solo queda andarlo y en su andar se irán presentando las vivencias a sentir, emocionarse... hasta que el camino finalice para mi andar al polvo.
Moraleja
La VIDA es una gracia dada a cada uno.
Ella se disfruta es teniendo SALUD.
Sin ella... la VIDA se hace calamitosa.
Con ella... todo lo demás es regalía, entretenimiento, ocuparse, aprender, solo banalidades.
Todo es dado... pero como préstamo... luego debes devolver ese todo a quien te lo obsequió: la VIDA.
A nada te apegues... usalo para tu vivir... nada más.
Valmore Vivas
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