Reflexión 1209
Sea por vivencias propias o de otros... lecturas que hacemos... videos o películas que vemos... son para aplicarlas en nuestro actuar cotidiano. De no hacerlo... hay que repetir la lección hasta lograr aprender.
Con las vivencias se aprende a entender, comprender los sentires y emociones propias y de otros.
Se aprende a no juzgar nuestro actuar y el de otros... que por mil motivos, razones se actúa. Es un momento de vida que se está viviendo, sintiendo.
Lo que hoy nos afecta como alegría o tristeza... quizás mañana no despertará las mismas emociones.
Así... un niño que en una dulcería ve un dulce apetitoso... lo desea a morir. Su papá se lo compra y con gran gusto, agrado se lo come, saborea. Otro día regresa a la misma panadería con su papá... ve el dulce y ya el deseo no es igual. Ya lo probó. No es novedad que en su mente imagine los sabores tiene.
Las lecturas o vivencias de otros... no es fácil aplicarlas en nuestro actuar. Quizás sirven de guía. Pero solo cuando se nos presentan sabemos cuan guía son o no... pues cuando estamos en medio del incendio sabremos como nuestros sentires y emociones se manifiestan y con ello como actuamos. ¿Mantendremos la calma o el pánico nos inunda y cualquier locura hacemos? Ahí quien nos mira desde afuera... se pregunta: ¿Y a dónde se fue lo que leyó y pregonaba? Simple, al pipote, surgió su yo interno natural. Normal. Distinto es cuando se vive uno, dos o mas incendios y se sale librado. Eso le da enseñanza propia de vivencias... que es lo que trascriben muchos en libros de lecciones aprendidas. Pero la lección solo se aprende viviendolo, sintiendolo... de resto es pura teoría... puro bla, bla.
Moraleja
Solo viviendo se aprende a vivir.
Valmore Vivas
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