Las 12 Revelaciones se fusionarán en ti
De Integración y Conciencia: Unificación
1. Aceptando la totalidad de la vida, tal como es.
2. Formando una conciencia alerta.
3. Construyendo una Nueva Percepción del mundo.
4. Tomando conciencia de la realidad del universo, como un gran campo unificado -holístico- de energía. Tomando conciencia del Orden-Poder Superior.
5. Desarrollando una Nueva Conciencia. Reconociendo que el conflicto humano era una carencia y una manipulación en aras de conseguirla.
6. Entregándonos a lo sagrado. Poniendo fin al conflicto recibiendo una energía de una fuente elevada.
7. Clarificando el pasado, nuestros viejos y reiterados dramas y encontrando nuestra verdadera identidad-individualidad.
8. Manteniéndonos en ese flujo superior: en la verdad, el secreto de la felicidad.
9. Afirmándonos en el Presente vivo.
10. A través de la meditación: "la primera y última libertad".
11. Sabiendo cómo relacionarse -interactuar- de otra manera con los demás, brindándoles lo mejor. Todo se integra en una conciencia que significaba un sentido realzado de lucidez y expectación.
12. Sabiendo adónde nos lleva nuestra evolución. Y ampliando la energía a través del servicio amoroso, impersonal y dinámico hacia los demás siendo fiel a sí mismo.
Madurez Interior
La madurez interior es una experiencia universal. Se halla en la belleza de la naturaleza. Para que el desarrollo interior no tropiece con la calidad de vida son necesarios:
Autenticidad. Es el compromiso y responsabilidad que cada uno tiene de ser fiel a sí mismo. Implica vivir en armonía con las creencias que se profesan, y ser congruente en la idea, la palabra, el sentimiento y la acción.
Desidentificarse del pasado. Vivir en el presente demanda desaprenderse de la culpa, el resentimiento, el miedo y la crítica asociados al pasado.
Enfrentar los propios temores. Ponerlos al descubierto y hacerles frente para reducir el monto de angustia que provocan y así elevar el nivel de la serenidad personal.
Comprensión y perdón. Cuando nos comprendemos mejor y comprendemos mejor a los demás, aprendemos a perdonarnos y perdonar. El crecimiento espiritual requiere ambas.
Amor y compasión . Saber dar y recibir amor en las relaciones personales forma parte integral de la madurez. Si descubrimos esa fuente de amor en nuestro interior, podemos hacerla extensiva a otros sin preocuparnos por la retribución. Las relaciones humanas se fundan en: "necesidades del ser" más que en las necesidades derivadas de las propias carencias.
Comunidad. Como nuestra vida depende de una intrincada red de relaciones que se condicionan mutuamente, la madurez espiritual no es separable de la comunidad en la que vivimos. Quien es altruista y realista se valoriza a sí mismo por lo que es y porque sabe que puede convertirse en otra cosa, y de la misma manera valora a los demás.
Toma de conciencia. El cultivo de una atención sin interferencias ante la experiencia interna y ante el mundo de la percepción es un prerrequisito para reconocer el poder de la mente humana. El temor y el deseo contribuyen al autoengaño. La conciencia madura de la realidad (temporal y eterna, finita e infinita) abarca la conciencia del cuerpo, la mente, el alma y el espíritu. Una conciencia despierta deja atrás la vía del sufrimiento como aprendizaje.
Paz. Alcanzarla consigo mismo significa acceder a una paz interna que luego pueda cultivarse y compartirse. Si no aprendemos a vivir en paz mutua, la supervivencia del planeta corre peligro. Una espiritualidad sana no impone el aislamiento, sino vivir en armonía con la naturaleza y con los
restantes seres humanos.
Liberación. Al desprendernos de los conceptos rígidos, egocéntricos y de una excesiva preocupación por nosotros mismos, por los resultados, nos liberamos de los grilletes comunes del temor y la ignorancia.
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