01 agosto 2010

Actitud y Estrategia de Vida de Maytte Sepúlveda

Actitud y Estrategia de Vida de Maytte Sepúlveda

Si un equipo es animado y motivado por sus seguidores hasta el delirio responderá emocionalmente a este mensaje. Pero si los jugadores salen a la cancha llenos de ilusiones y motivación, aunque mal preparados, o desconociendo las tácticas y tienen una resistencia física pobre, se fatigan rápido, tratan de hacer trampas o de saltarse con agresividad las reglas del juego… seguramente perderán y dirán: "¡No sabemos lo que pasó! Jugamos como nunca… pero perdimos como siempre". Pues, una cosa es la actitud y otra la aptitud.


En muchos momentos nos gustaría que las cosas se resolvieran o que se nos dieran de la mejor manera, sin tener que hacer esfuerzo alguno para conseguirlas, como por arte de algún tipo de magia, inclusive, hay personas que constantemente buscan la manera o el medio para que la buena suerte impacte sus vidas y las cambie para siempre…


En la medida en que los años pasan la vida parece complicarse más en lugar de simplificarse: Cambios abruptos, menor estabilidad, múltiples obligaciones y el tiempo y el dinero escasean.


Si no contamos con recursos como la salud y el dinero nuestra vida puede convertirse en una experiencia difícil, llena de estrés y apuros, siempre tratando de mantenernos a flote, llenos de inseguridad, incertidumbre y miedo.


¡La vida es en realidad para disfrutarla y no para sufrirla! Para lograr esto debemos prepararnos y aprender las técnicas para enfrentar y resolver cualquier eventualidad que se nos presente, de manera que podamos usar las diferentes circunstancias a nuestro favor. Pues, sólo con preparación, trabajo y perseverancia podremos transformar y mejorar las condiciones que determinan nuestro estilo de vida.


Pautas para desarrollar nuestra estrategia de vida.

Identifica qué es lo que sabes hacer muy bien. Es muy importante saber para qué somos buenos. Conocer nuestros talentos, cualidades e intereses hará que nos sintamos a gusto y que el trabajo o la tarea a la que nos dediquemos sea más sencilla y exitosa de cumplir. Si no eres bueno para los números no puedes estudiar matemática pura sólo porque el sueldo es bueno, o porque es lo que otros esperan de ti. Una vez que identifiques lo que quieres, y para lo cual crees tener cualidades, prepárate de la mejor manera posible, estudia, investiga, averigua todo lo que necesites saber sobre tu profesión o negocio. La mejor señal de que estás en el camino correcto será siempre sentirte entusiasta y satisfecho, a pesar de que en algunos momentos experimentes cansancio.


Establece un plan de vida.

Crea un gran proyecto con metas pequeñas y realistas a corto, mediano y largo plazo. Escríbelas en un almanaque y revisa diariamente cuánto has avanzado y qué necesitas reevaluar; hazlo sin perder tu norte, recuerda que todo tiene su momento, sé paciente, lo más importante es que estés preparado y alerta para cuando te llegue.


En caso de duda sigue adelante. No permitas que el miedo se convierta en tu motivador. Recuerda que tú estás capacitado para lograr lo que quieras hacer y el universo te dará el apoyo si estás haciendo todo tu esfuerzo para lograrlo. Arriésgate, pues es la única manera de conseguir lo que quieres. Eso sí, con los pies en la tierra y la mirada en el cielo, siempre esperando lo mejor, pero preparado para lo peor, así si algo sale mal no te derrumbarás y sabrás que hacer.


Ten un grupo de apoyo. Es muy importante tener un círculo de amigos leales que son esas personas con las que podemos contar en caso de necesidad o dificultad. Amigos con quien compartir lo bueno y lo malo que ocurra en nuestra vida. Esta amistad no se construye de la noche a la mañana; hay que sembrar la semilla del amor incondicional, regarla, podarla y alimentarla para mantenerla y fortalecerla a lo largo de los años. Selecciona personas que te den su apoyo de la misma forma que tú a ellas.


Aprende a compartir responsabilidades. La mayoría de las veces necesitamos contar con algunas personas para cumplir con nuestras metas. Elegirlas de forma adecuada y poder confiar en ellas equivale a la mitad del éxito. No aceptes por culpa, temor o inseguridad responsabilidades que no son tuyas. Aprender a delegar y a compartir responsabilidades hará que el trabajo sea más efectivo.


Deja que el dinero trabaje para ti. Ahorra, guarda siempre el diez por ciento de todos tus ingresos en un lugar donde te sea difícil gastarlo. Con el tiempo esto te permitirá cambiar de posición, podrás invertir en caso de tener una buena oportunidad. Con un capital adecuado dejarás de trabajar por dinero, y éste comenzará a trabajar para ti… Además es bueno contar con una red de seguridad en caso de una verdadera emergencia.


Mantén una actitud entusiasta y positiva. Nunca pierdas el sentido del humor y la visión optimista de cada situación que enfrentes en la vida. Recuerda que todo pasa y, en lugar de preocuparte, actúa. Pregúntate: ¿cómo puedo solucionarlo? Y sin pérdida de tiempo dedícate a darle solución. No te dejes desanimar por los comentarios, las actitudes o las experiencias negativas de los demás.


¡Persevera!

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