26 enero 2024

Reflexión 2668

Mil consejos 

Se oyen de familiares, de personas han vivido ya años... y con ello han aprendido lecciones de vida.

Bien.

El hierro candente se siente solo cuando a la piel toca y deja su cicatriz.

La cicatriz hecha en otro no enseña.

Las circuntancias que cada persona va viviendo a lo largo de su existir son muy propias de cada quién... y solo ellas enseñan al ser sentidas, vividas, superadas.

Los padres le expresan a sus hijos sus vivencias... como guías. Los hijos las oyen, pero igual pasan por un oído y salen por el otro.

Es solo cuando viven situaciones que se van macerando en su existir. 

¿Y por qué? Simple, a los hijos las circunstancias les van forjando un carácter... con el cual se enfrentan a las situaciones se le van presentando. Las situaciones serán muy diferentes a las vividas por sus padres pues se dan bajo otras circunstancias donde se requieren otras soluciones.

Moraleja

Solo viviendo es que se aprende. No hay otra manera. Lo vivido por otros quizás ayude, siempre y cuando, a ello acudan como referencia. 

Lo oído, leído, visto tiende a olvidarse. Cada situación que se presenta... activa las soluciones en las personas según su criterio del momento. 

Valmore Vivas

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