Reflexión 21111

El temor

Arma psicológica, mental inculcan a las personas para someterlas, sumisarlas.

1. En épocas ancestrales en las tribus existía el chamán: brujo que decía tener poderes especiales, divinos. 

Era el interceptor entre los dioses: sol, lluvia, luna, viento, fuego y más... para lograr bienestar a la tribu.

Su voz... era ley a cumplir. 

Así... decidia cuando había que hacer sacrificios de doncellas a los dioses para que les prodigiase lluvia, buena caza, buena cosecha.

El temor que inculcaba hacia los dioses era su arma de sometimiento.

2. El imperio romano... por citar a uno... al conquistar pueblos... a los vivos los empalaba o desmembraba para ser mostrados a otros pueblos e inculcar terror.

3. En la esclavitud... en las haciendas a los esclavos los hacían trabajar a punta de látigo.

Quien se sublevara era amarrado a un poste y azotado a la vista de todos hasta morir.

4. Las religiones... inculcan desde la niñez el temor a Dios... que todo lo puede, que todo lo ve... a fin los pueblos se sientan atemorizados, vigilados siempre por un ente invisible, todo poderoso, castigador.

Ello sumisa los pueblos a la obediencia ciega... sin objetar.

5. Desde la niñez los padres... inculcan miedo, temor a sus hijos para su obediencia, sumisión, educación. Simple, copian lo que a ellos le hicieron, inculcaron.

6. A fin de formar personas obedientes, sumisas el temor se sigue inculcando con la educación primaria, secundaria, universitaria a través del profesor dictador.

7. Ya las personas sumisadas desde la niñez llegan al feudo: empresa laboral donde las agarra un jefe que debe mostrar ser autoritario para que sus trabajadores hagan su oficio dedicados sin protesta.

8. Cuando los pueblos se rebelan ante sus Gobiernos que no los benefician... salen los esbirros a someter a los rebeldes con látigo, balas, cárcel, muerte.

Cuán en el imperio romano... mostrar a otros que quien se rebele a su explotación, mal vivir será castigado sin piedad.

Moraleja

El temor somete y sumisa a las personas para ser obedientes sin protesta.

Quién se sale del corral... simple, se elimina... para que no contagie a la mayoría.

PD

La personalidad sumisa va asociada a una falta de asertividad, es decir, la tendencia a no decir aquello que se piensa y se cree que sería importante decir pero que, quizás, puede molestar a quien escucha. Por eso, quienes presentan este tipo de personalidad suelen "morderse la lengua" más de lo habitual.

Valmore Vivas