Reflexión 1173
Recuerdo de él y su familia... que emanaban miseria. Cuidando de no gastar disque para ahorrar. Comian limitado, vivían limitados. Eso que tío Hernán pudo comprar un camión volteo y ponerlo a trabajar cargando carbón desde las minas. Su afán era ahorrar para comprar otro camión, para ello se privaba de todo lo que podía, de vaina comia.
Mientras en la casa se emanaba abundancia, sin mucho tener, pues papá trabajaba como Prefecto de Borotá o comerciante en el mercado libre. Con lo poco ganaba se sentía holgura, buen comer. Quizás había privaciones en otras necesidades... pero el espíritu era de gratitud, abundancia. Y aún así... se ayudaba a quien se podía compartiendo lo poco.
Ese sentir nos inundó a todos. Para la casa lo necesario definiendo prioridades: alimento, vivienda, educación, vestimenta, "lujos". Dar cuando se pueda a quien lo requiera.
¿Botaratas del dinero? No. Primero las prioridades según el orden.
Siempre con lo poco, se puede tener un espíritu de abundancia, gratitud... ello hace el estado emocional se sienta grato, atraiga abundancia. Si con lo poco se tiene el espíritu se llena de miseria hace las necesidades amarguen y nunca se sienta satisfecho... deseando tener mas y más.
El ansioso de tener, de necesidades... tenga lo que tenga siempre querrá mas tener, siempre tendrá mil necesidades que cubrir.
Es como el rico que compra un Ferrari... y cuando lo compra... desea ahora tener una avioneta. Nunca su vaso llenará. Querrá más y más.
Valmore Vivas