Quien soy y de donde vine
Era un peón... muy inteligente, sabio y laborioso.
Todos en la peonada lo admiraban, de él conversaban.
El peón vivía en una choza andrajosa, bestia unos harapos, a pie limpio andaba.
El amo, de vez en cuando, entre la peonada se paseaba, acompañado de sus esbirros que lo protegían.
Los esbirros habían oído de las cualidades del peón. Se lo comentaron al amo.
En una de esas andanzas del amo... manda a llamar al peón para consultarle algo.
El peón le respondió y mucho ayudó al amo a solucionar su problema.
Otro día, el amo volvió a su andanza, y volvió a llamar al peón para consultarle sobre otro problema tenía.
El peón le respondió. Al amo le gustó la orientación. Enseguida el amo le ofreció al peón ser su consejero y lo invito a vivir en la casona.
En la casona, el peón fue instalado en un cómodo aposento, le suministraron ropas, calzado y buena comida.
Así el peón pasó a ser el principal consejero del amo.
Los demás consejeros, llenos de envidia, fueron donde el amo y le dijeron:
- El peón lo quiere asesinar. Todas las noches lo vemos ir a un cuarto a reunirse con los asesinos.
El amo se lo creyó, y en la noche junto a sus esbirros y consejeros montaron guardia al peón.
Efectivamente, ya tarde, el peón salía sigilosamente y se dirigía al cuarto. Al llegar sacaba la llave de la puerta, habría y en ella desaparecía.
Una vez entró, el amo esperó un rato y con sus acompañantes se dirigió al cuarto.
Al llegar, tocó con fuerza la puerta y dijo quién era. El peón abrió la puerta asombrado, lo habían descubierto.
El amo entró de una vez, vió el cuarto, notó estaba solo.
Preguntó al peón:
- Que haces acá.
El peón le dijo:
- Ve el harapo que está colgado allá.
El amo respondió:
- Si
El peón le dijo: Con ese harapo llegué acá a su casa. Vengo a este cuarto todas las noches para recordarme siempre: QUIÉN SOY Y DE DONDE VINE.
Moraleja
Muchos en ésta vida... por tener muchos adornos hoy... olvidan quienes fueron y de donde vinieron.
Valmore Vivas