Nadie es dueño de tu felicidad, por eso no entregues tu alegría, tu paz, tu vida, en las manos de nadie, absolutamente a nadie.
Somos libres, no pertenecemos a nadie, y no podemos querer ser dueños de los deseos, de la voluntad o de los sueños de quien quiera que sea.
La razón de tu vida eres tu mismo.
Tu paz interior es tu meta en la vida
Cuando sientas un vacío en el alma, cuando creas que aún te está faltando algo, aún teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para tus deseos más íntimos y busca la divinidad que existe en tí.
Deja de situar tu felicidad cada día más distante de tí.
No coloques el objeto lejos de tus manos, abraza a los que están a tu alcance hoy.
Si andas preocupado por problemas financieros, amorosos o de relaciones familiares, busca en tu interior la respuesta para calmarte; tú eres el reflejo de lo que piensas diariamente.
Deja de pensar mal de tí mismo y sé tu mejor amigo siempre.
Sonreir significa aprobar, aceptar, facilitar.
Entonces, habrá una sonrisa para aprobar el mundo que quiere ofrecerte lo mejor.
Con una sonrisa en el rostro, las personas tendrán las mejores impresiones de tí, y tú estarás afirmando para tí mismo, que estás "próximo" a ser feliz.
Deja de esperar la felicidad sin esfuerzos.
Deja de exigir de las personas aquello que ni para tí has conseguido aún.
Criticar menos, trabajar más.
Y no te olvides nunca de agradecer.
Agradece todo lo que está en tu vida, en cada momento, inclusive el dolor
Nuestra compresión del universo, aún es muy pequeña para juzgar lo que quiere que sea en nuestra vida.
La grandeza no consiste en recibir honores, más en merecerlos.
10 abril 2012
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