15 noviembre 2011

El egoísmo pide. El amor da. De Jorge Bustamante

"Hay una mitad del mundo, con una flor en la mano… la otra mitad del mundo, por esa flor esperando."

El egoísmo pide. El amor da.

Nuestro nacimiento en este mundo se debe;
sin dudas, al dar de la
madre.

Eso se llama amor, puesto que el amor
no es otra cosa que dar.

Dar es darse completamente sin esperar
respuesta ni retribución.

El bebé lo sabe. Pero muy rápidamente
nuestra frágil conciencia se va envolviendo
en el caparazón del ego y se acostumbra
solo a pedir.

Así comienza nuestro sufrimiento
puesto que el egoísmo pide y pide
y nunca está completamente satisfecho.

Por lo general, nuestro dar está condicionado.
Una especie de trueque. Tanto me das,
tanto te doy.

Eso está bien para el comercio,
pero con la
vida no funciona y al final
siempre se termina perdiendo.

Cuando se hace contabilidad con los afectos,
el saldo es siempre negativo.

El verdadero amor no tiene límites.
Y como no tiene límite, todo lo que des
te será devuelto.

Siembra aunque sea una mirada de afecto,
un gesto cariñoso, y recibirás todo el amor
del universo.

Nuestro primer acto en esta vida
fue una inspiración. El aire estaba ahí,
esperándote, y llenó tus pulmones.
Pero para continuar vivo
tuviste que exhalar.

Recuérdalo. Dar es la clave.

Sin dar no hay recibir. Y cuanto más se da
más se recibe.

Esta es una ley cósmica,
universal.

Si se comprende esta ley,
si se la pone en práctica,
nuestra vida cambia sustancialmente.

Tal vez al principio te cueste,
porque piensas que si lo das todo,
te quedarás vacío.

No tengas miedo. No es así, porque TODO
lo que das siempre vuelve a ti multiplicado
.

Inténtalo…

Jorge Bustamante


 

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