01 julio 2010

El agua

El guerrero de la luz a veces actúa como el agua,
y fluye entre
los obstáculos que encuentra.


En ciertos momentos, resistir significa
ser destruido;
entonces, él se adapta a las circunstancias.


Acepta sin
protestar que las piedras del camino
tracen su rumbo a través de las
montañas.


En esto reside la fuerza del agua;
jamás puede ser quebrada
por un martillo, ni herida por un cuchillo.


La más poderosa espada del
mundo es incapaz de dejar una cicatriz
sobre su superficie.


El agua de
un río se adapta al camino más factible,
sin olvidar su objetivo: el
mar.


Frágil en su nacimiento,
lentamente va adquiriendo la fuerza de
los otros ríos que encuentra.


Y a partir de un determinado momento, su
poder es total.


Paulo Coelho

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