metas, sino en aprender a apreciar lo que ya he logrado.
Aprenderé que yo debo controlar mis actitudes, y no debo dejar que mis
actitudes me controlen.
Aprenderé que la riqueza verdadera no es tener más, sino necesitar menos.
Aprenderé que de nada sirve compararme con los demás, porque siempre
hay alguien mejor o peor que yo.
Aprenderé que se necesita muchos años para construir la confianza, y
apenas unos segundos para destruirla.
Aprenderé que hay gente que me quiere mucho, pero que simplemente no
sabe cómo expresar sus sentimientos.
Aprenderé a perdonar, practicando el perdón.
Aprenderé que a nadie puedo obligar a que me ame, pero sí puedo
aprender a dejarme amar.
Aprenderé que lo más valioso no es lo que tengo en mi vida, sino a
quién tengo en mi vida.
Aprenderé que apenas necesito unos segundos para lastimar a una
persona a la que amo, y que pueden pasar años para sanar esa herida.
Aprenderé que el dinero puede comprar todo, menos la felicidad.
Aprenderé que aunque a veces puedo tener razones para tener un mal
día, eso no me da derecho a darles un mal día a los demás.
Aprenderé que las amistades verdaderas son escasas, y que cuando
encuentro una, he encontrado un verdadero tesoro.
Aprenderé que no siempre es importante que me perdonen los demás, pero
sí lo es perdonarme a mí mismo.
Aprenderé que soy amo de lo que callo y esclavo de lo que digo.
Aprenderé que la felicidad es una decisión, y decido ser feliz hoy
día, con lo que soy y con lo que tengo, en vez de morir de envidia y
rencor por lo que no tengo ni soy.
Aprenderé que quienes siempre son honestos consigo mismos, sin
importarles las consecuencias, son quienes triunfan en la vida.
Aprenderé que siempre cosecharé lo que siembro: si siembro chismes,
cosecharé sospechas; si siembro amor, cosecharé felicidad.
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Valmore Vivas
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