15 septiembre 2020

Reflexión 620

Reflexión 620

Ruinas HOY

Ayer, hace siglos, en ellas se erigía un gran palacio... que albergaba al emperador y sus séquitos.

Era la época del Imperio Romano en su fastuosidad, poder.

Era un palacio... lleno de un vida muy vivaz, activa... llena de gestiones gubernamentales, banquetes y festines a todo dar.

La opulencia desbordaba por doquier.

Los emperadores... cuan dioses... se creían en la Tierra con el gran poder ostentaban.

El tiempo, las circunstancias y actuares de los hombres en sus ambiciones desbordadas... poco a poco... fueron carcomiendo el poder del Imperio Romano.

Surgió de la nada... poco a poco... con los años, siglos... fue fortaleciéndose, expandiéndose, enriqueciéndose.

La codicia, avaricia de los hombres por tener más y más... hacia surgir la lucha interna por ser Emperador. Muchos emperadores fueron asesinados en componendas para otro ser emperador.

A la cúspide llegó... una vez en ella... poco a poco... empezó a decaer... a ser insostenible... hasta que por fin se extinguió. Murió el último emperador.

Ese palacio hecho de mil ostentaciones... que albergó mucha vida vivaz... poco a poco... en el tiempo fue siendo abandonado... y poco a poco... sus edificaciones, estructuras fueron decayendo, haciéndose ruinas... haciéndose polvo. Con ello... los hombres que una vez ostentaron mucho Poder. 

Hoy todo ello... palacios y hombres... son polvo... NADA.

Quien hoy hace un gozo su ser, palacete, adornos antes los hombres... mañana todo él y su palacete, adornos será polvo: NADA.

Será un simple cometa fugaz... que alumbró... en un parpadear de ojos del tiempo infinito.

Valmore Vivas 

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