10 septiembre 2020

Reflexión 611

Reflexión 611

Eternos domingos

Desde la niñez siempre los esperabamos... junto a los sábados... para descansar de la escuela... no pararse temprano.

Igual en adolescencia, jóvenes si estudiábamos secundaria, universidad... para descansar, salir de la rutina, hacer tareas, trabajos.

Luego de adultos... ya con trabajo... los esperábamos para descansar, salir de la rutina, estar con la familia, fiestear.

Eso fue un eterno anhelo... siempre deseado en nuestras vidas.

Lo complementabamos con las vacaciones anuales.

Uf, llegó la pandemia... con ello el confinamiento en casa... no laborar... y los domingos siempre anhelados se hicieron eternos.

Valmore Vivas

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