Reflexión 1176
A un condenado. Al solo abrirse las rejas sale desaforado a correr, lleno de alegría, de todo lo que soñó estando encerrado.
Poco a poco... ya en la calle... su desafuero se va mitigando, apagando. Lo soñado era vida mientras sueños eran, mientras encerrado aluguriaba. Al salir los sueños se hicieron humo... no son como lo soñó.
Dale libertad a un esclavo... alegre corre campo abierto. Cuando se cansa, la sed y el hambre retuercen su cuerpo... mira al cielo y dice: ¿Ahora qué tomo, qué como? Simple si no busca como procurarselo se muere. Siendo esclavo era un siervo produciendo a cambio de un tazón de agua, un bocado de comida. No le enseñaron a producirlo por su cuenta.
Despide a un empleado que por su servicio de siempre recibía un salario mensual y con el sobrevivía. Libre, en la calle saldrá corriendo a buscar otro patrón lo emplee por barrer la cochera. Simple, amaestrado, domesticado a hacer un servicio mandado por otro no aprendió a mandarse a si mismo, a servir por su cuenta a otros. Le amputaron su libre albedrío, su iniciativa, su libertad, su independencia.
Manten un gato encerrado en casa. Te maullará por salir a la calle. Abrele la puerta y dejalo salir. Saldrá corriendo a matar su curiosidad. Cierrale la puerta, dejalo afuera. Después de un rato corto o largo... llegará a la puerta a maullar para que le abran... querer encerrarse en la casa de nuevo. Claro en la casa tenia comida, agua, cobijo sin ningún esfuerzo. Fuera debe buscar comida, agua, cobijo y competir con otros gatos para conseguirlo.
Deja a un esposo u esposa libre... que haga lo que quiera, desee. Al tiempo querrá regresar de nuevo a su casa, hogar. Se da cuenta, cuan gato, no es lo que se imaginó. Es igual o peor.
Moraleja
Quien añora se activa. Activado logra lo deseado. Una vez logrado... la emoción se le desvanece.
¿Como se aprende?
Simple, VIVIENDO.
Valmore Vivas
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