Reflexión 1191
Todo es un espejismo
La sed del sediento en el desierto lo hace ver a lo lejos un manantial de agua.
A él... corre desesperado... cuando cree lo alcanzó... a él se lanza con la boca abierta.
Arena calcinante quema su boca. Fue una ilusión que se desvaneció al instante.
En la vida... el deseo nos hace correr a un sueño... queremos rápido hacerlo real. Mil esfuerzos hacemos por lograrlo. Logrado... cuan deslumbramiento se va extinguiendo. No es lo que creiamos era. En un instante se desvanece. Queda la satisfacción del esfuerzo realizado pero no la eterna dicha.
Pero es el deseo quien aviva el existir de las personas... lo motiva... lo dinamiza... lo entusiasma... lo hace correr... sentirse útil, productivo a él, a los demás, a su entorno. Sin él las personas muertas en vida están.
Nada es eterno... todo es efímero... solo un instante de deslumbramiento.
Satisfecho el deseo... la flama que nos atraia... se apaga.
¿Y después... qué?
Simple, vislumbra otro espejismo de agua dentro del desierto que te hace sediento... y loco corre a alcanzarlo, a tenerlo, poseerlo aunque sea solo un instante.
Valmore Vivas
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