Reflexión 897
Criar hijos
Se aprende es criándolos... no hay otra forma. Nadie pasa por una escuela para aprender teoría.
El instinto natural brota cuando los hijos van llegando. A nuestra mente llega lo que a lo largo de nuestro existir vimos en otros padres hacer y lo que nosotros como hijos vivimos.
La crianza con el tiempo mucho ha ido cambiando. En épocas pasadas el padre poco participaba en la crianza, hacia de figura... toda la carga de crianza era de la madre.
Hoy tanto padre como madre participan en la crianza... repartiéndose entre ambos atenciones hacia los hijos... sea en su comida, dormir, echarles cuentos, sacarlos a pasear, asearlos, ayudarlos en sus tareas y mas.
Eso ayuda mucho en el equilibrio emocional del niño, adolescente se está formando.
Esencial en la crianza de hijos es bajar a su nivel y no pretender el niño, adolescente, jóven tenga un comportar de adulto. Recordar siempre cuando se era niño, adolescente, jóven y como nos hubiese gustado nos trataran nuestros padres. Ese trato deseado ahora aplicarlo con sus hijos que están criando.
Las etapas de la vida son únicas, nunca podemos regresar a ellas. Por ello se debe aprender a vivirlas plena e intensamente.
Los hijos son algo especial para sus padres... son sangre de su sangre... serán los que perduren a los padres. Son un diamante en bruto que con amor, paciencia, dedicación, constancia, tolerancia hay que convertir en un diamante tallado, brillante y pulido.
Lo que hoy hacen los padres... mañana recogerán como fruto.
Ahí el esmero amoroso a ellos hay que dedicar para ser de ellos seres emocionalmente fuertes capaces de salir al mundo a enfrentar los mil retos se le presentaran.
Ser buenos padres es lo mejor los padres pueden hacer... el tiempo les gratificará con dicha, gozo, alegría de haberlo hecho.
Recordar siempre: Todo llega. Todo se vive. Todo pasa.
Valmore Vivas
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