Reflexión 559
El ritmo de cada uno
Cada persona según su edad tiene su propio ritmo de andar por la vida.
La edad es la chispa que aviva el andar del cuerpo.
Un niño es un tonel de energía. Desde que se para hasta ir a dormir... quiere estar corriendo, ocupándose.
Un adolescente, jóven sigue con ese tonel de energía inquieta. Todo un mundo a explorar, conocer.
Un adulto, maduro ya empieza a sosegar ese andar, galopar.
Un viejo entra en la calma... ya su cuerpo no es el de niño.
Y un anciano entra en la quietud... su cuerpo se cansa de nada... pide descanso.
Valmore Vivas
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