Reflexión 557
Alaridos
Lo llamaban el ACARICIADOR.
Era el verdugo del imperio cruel... usado para hacer confesar a los prisioneros que se capturaban.
Poco a poco... sin inmutarse iba desollando al prisionero... procurando mantenerlo vivo... sufriendo el dolor el tiempo mas prolongado pudiera.
Los alaridos se oian en toda la Comarca.
Para los pobladores era melodía a sus placeres sadistas. Una algarabía, jolgorio festejaban.
Intoxicados de placer, ebriedad onírica al cielo creían ir. Gritaban desde afuera en delirio al ACARICIADOR:
- Acaricialo mucho mas para oír su melodía de alaridos.
En su ensoñación jamás los pobladores se veían un día podían ser acariciados.
Valmore Vivas
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