Reflexión 553
Un ser querido moribundo y lejos... sin poder con él estar... es triste.
Es un ser con el cual nos gustaría compartir sus últimos momentos de vida.
Pero la VIDA nos ubica en mil circunstancias... que quizás nos imposibilita estar a su lado.
Por no estar con él no quiere decir no lo queremos. Si lo queremos y desde donde estamos le deseamos una convalecencia tranquila, sin dolor.
En la vida sabemos donde y como nacemos... pero jamás como moriremos.
Los seres queridos que parten primero que nosotros... mucho le agradecemos haber compartido cerca o lejos el trayecto de vida vivimos. Seguro mucho nos enseñaron y mucho les enseñamos. Fue un dar y dar, un ganar y ganar.
La VIDA es gestarnos, nacer, vivir y morir.
En ese vivir siempre seremos luz iluminando un sendero a nuestros pasos, a los pasos de otros.
Valmore Vivas
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