Reflexión 554
La intolerancia
Se pregona... pero no se practica.
Simple, cada persona se crea su cosmovisión de vida, entorno, mundo.
Es un proceso no de un día para otro... sino de toda una vida... que lo ha ido cultivando, macerando... y hoy es el producto de ello.
Esa cosmovisión con sus pequeñas variantes... son el común de todo un conglomerado de personas, de una sociedad, pueblo... inculcada desde la niñez a través de sus padres, educación, medios de comunicación. Todo el entorno está pintado de una misma tonalidad... sin que las personas lo perciban.
¿Cuando lo perciben? Cuando van a otros países con culturas antagónicas de ideologías, religiones, costumbres. Es todo un choque cultural no fácil de asimilar.
Ahora... dentro de la sociedad el comportar de la mayoría es uniforme, igual, monótono. Si dentro de la sociedad surge un individuo o varios disonantes de la tonalidad común... enseguida surge la intolerancia... todo lo pregonado de tolerancia se olvida.
El disonante se convierte en el patito feo de la manada. Se desata el rechazo, la exclusión. Digamos que es normal.
Aun cuando convivimos dentro de la diversidad natural... la aceptamos de lejos no cerca. Mientras, pregonamos el respeto al otro. ¿Realmente es otro o uno camuflado de otro... que percibimos es igual?
Valmore Vivas
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