Reflexión 416
Un carro viejo
lo conduce un jóven conductor.
Desde su casa lo saca buscando la autopista.
Al llegar su espíritu enérgico lo incita a pisar el acelerador.
Los demás vehiculos lo pasaban veloz.
El carro viejo apenas podía llegar a 80 km/h.
Todo le sonaba. Parecía que se iba a desarmar.
No estaban sintonizados uno con el otro.
Valmore Vivas
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