La abundancia
Nos rodea... el detalle es tener ojos para verla y sacarle provecho.
Era un campesino que tenía en el gallinero varias gallinas... pero una de ellas ponía huevos de oro.
Para el campesino todos los huevos eran normales... unos blancos, otros marrón claro y algunos amarillos.
Un día llegó un forastero... a comprar huevos.
El campesino comedido, servicial se los vendió.
Iban de todos un poco.
El forastero, observador, notó la diferencia de huevos.
El color oro... lo cató enseguida.
Hecho el ingenuo... preguntó que gallina o gallinas ponían los huevos amarillos.
El campesino... inocente... le dijo que era una sola y la señaló.
El forastero le ofreció comprársela... pues le parecía linda... ofreciéndole buen precio.
El campesino noble, bueno, inocente... cedió vendérsela... pues para él era una gallina más... y muchas tenía.
El forastero agradeció al campesino, dijo que otro día volvería para comprar mas huevos... y se marchó alegre por la fortuna llevaba consigo.
Moraleja
A muchos nos rodea la abundancia, riqueza pero al no saberla apreciar, ver deja de ser riqueza.
Valmore Vivas