"Si cada uno de los miembros de la sociedad busca su beneficio de la manera más egoísta posible, la suma de esos egoísmos será el progreso de la sociedad, el bienestar". Esa es la sentencia de los padres del capitalismo.
El resultado fue otro: la fragmentación de la sociedad, donde unos se apropian de la riqueza y el trabajo que pertenece a todos y, el tal progreso, fue la opulencia de unos poquísimos y la inopia de muchos, el resultado es la miseria espiritual para todos, la imposibilidad de alcanzar la felicidad.
¿Qué pasó? ¿Dónde estuvo el error? ¿Por qué la humanidad entró en este callejón que tiene consecuencias fatales?
El primer dato es que la felicidad, el buen vivir, el bienestar del hombre, es necesariamente una búsqueda colectiva. Esto lo sustenta su condición de ente natural, de miembro de la biosfera, de animal social. Veamos.
La vida planetaria subsiste gracias a la armonía de todos sus componentes, es lo que se llama equilibrio ecológico que, en síntesis, se fundamenta en la máxima: "la suerte del todo depende de la suerte de cada uno de sus componentes, y la suerte de cada uno de sus componentes depende de la suerte del todo."
Quiere decir que todo animal, todo vegetal, tiene importante papel en el milagro de la vida, su falta es un golpe a la vida, produce desequilibrio, afecta al todo. No es posible afectar un elemento de la biosfera sin lesionar al resto.
Se deduce que en una sociedad el bienestar no puede ser tarea individual, no se puede tener buen vivir rodeado de miseria, el malestar de los individuos necesariamente se revierte sobre toda la sociedad. La felicidad es un fenómeno social, y para realizarse precisa de una sociedad en equilibrio, armónica, de una vida en equilibrio.
La búsqueda de la felicidad en la sociedad egoísta del capitalismo es esfuerzo vano, es perseguir la botija de oro en la base del arco iris, es como buscar sólo la felicidad de una parte del cuerpo y dejar el resto.
Se concluye que la única manera de busca el bienestar personal, el buen vivir, es luchando por el bienestar de todos, de la sociedad toda, en otras palabras, por el Socialismo.
Esta verdad es conocida por los hombres de buena voluntad desde siempre, ya Cristo en su sabiduría nos dejó la ruta del amaos los unos a los otros, es decir, luchen contra el egoísmo, única forma para conseguir lo que hoy se llama el buen vivir.
El Socialismo, que es la integración de la sociedad en la búsqueda de sus objetivos materiales y espirituales, es la única manera de derrotar el egoísmo como solución de los retos de la existencia, es la única vía para conseguir la felicidad.
¡Con Chávez más resteaos que nunca!
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