Ay.., hijos, hijas.

Para los padres que atan a sus hijos, hijas:


Ay..,
los hijos, las hijas de la vida son.

Cuan aguiluchos se empollan, se mantienen en nido un tiempo.., mientras sus plumas, sus alas crecen.

Crecidas las alas.., el viento las aviva, las infla en roce en el nido.

Los aguiluchos despiertan su instinto a remontar el cielo, a volar a su libertad, a explorar su mundo.

Los padres.., los alientan a buscar el infinito, los mil cielos.

Un pequeño temor aguza el interior de aguiluchos.., pero su instinto a volar, a vivir los empuja del nido.

Con torpeza aletean al principio.., una vez sienten el acariciar del viento, de las corrientes ascendentes, de sus dotes..,

sus alas se extienden..,
su vivir se aviva por remontar el cielo,
el horizonte inmenso que se abre todo a ellos.


Ay.., hijos, hijas..,
volad, volad..,
el infinito cielo os espera con los brazos abiertos.. con mucho querer,
con mucho cariño,
con mucho amor..,

es su mundo a ser explorado solo y únicamente
con todo su ser,
con todo su espíritu,
con toda su alma,
con todo su corazón,
con todo su cuerpo,
con toda su mente.


Volad.., hijos, hijas...,
el mundo, la vida es de Uds..,

vívanla, siéntanla, suéñenla, degústenla, disfrútenla, emocionence.