Reflexión 1143
El mago
Ante un público ingenuo a la magia... saca de su sombrero, posado en la mesa boca arriba, un panfleto de muñeco.
Los espectadores quedan boquiabiertos, asombrados.
Como si nada... el mago... mueve al muñeco de un lado a otro, lo hace hablar. Todos creen el muñeco tiene vida propia.
Los boquiabiertos a un gesto del muñeco... cambian su comportar al unisono. Se paran, se sientan, se arrodillan, se tiran al suelo... gritan, lloran, pelean unos a otros, se abrazan, besan.
El muñeco se convirtió en el idolo de los boquiabiertos, lerdos.
Los lerdos jamas ven es el mago quién los está manipulando a su antojo. El mago es invisible a ellos. Solo existe su idolo: el muñeco.
El mago... recontento... se ríe a carcajadas de cuan lerdos pueden llegar a ser los espectadores... cuan vacíos e irracionales son... cuan decadente y manipulables son sus valores éticos, morales, justicieros, de dignidad, humanistas.
No lo cree... como un muñeco manipulado como marioneta puede orientar el comportar de los espectadores para el bienestar del mago.
Valmore Vivas
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