Sol, neblina y viento de María Elena Astorquiza

Entre los dorados rayos de sol que acalorados
se refrescan sobre las tranquilas aguas del mar,
descubro el reflejo de tus ojos verdes,


de esos ojos verdes que cuando me miran,
su brillo enamorado a mis ojos encandila.


Entre la neblina intensa y blanca
que como nubes de algodón avanza
cubriendo la bahía y ocultando al sol,


puedo ver reflejado el blanco de tu alma,
de tu alma pura que sólo sabe dar amor.


En el viento que canta recorriendo las orillas
de las cálidas playas por donde camino,


voy recogiendo en su soplar tus suspiros
que se unen dulcemente a los suspiros míos,


esos que escapan de mi pecho mientras respiro
cuando estando a tu lado, la pasión en tus ojos adivino.