El temperamento
Que se hereda, es el ariete que va abriendo el camino de vida de cada persona.
Define con quién se junta o no, que oficio es compatible o no, que entorno es acogedor o no.
Hay temperamentos que son como el agua y el aceite... nunca logran unirse, compatibilizarse.
No es que uno sea mejor que el otro. No. Simple, el cristal que les permite ver el entorno con sus circunstancias es diferente.
Ello hace unos se inclinen por unos derroteros y otros por otros.
Juzgar a otros según nuestro temperamento es un gran error. Es una falta de respeto al otro, es pretender el otro mire por nuestro cristal. No es posible. Así, un suceso para unos es una gota y para otros un chaparrón.
¿Los incompatibles se pueden entender?
Si, al reconocer sus diferentes enfoques y coincidencias.
Los sabios aprenden de las diferencias. Son las cosas que su cristal no les permite ver y el del otro si lo permite.
Valmore Vivas
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