El peón envidia a su Amo.
El peón desde su choza, harapos viste, mendrugo come quiere tener el bienestar de vida de su Amo.
¿Será que el peón, en su ingenuidad, no sabe cómo logra el Amo ese bienestar? No.
¿Estará él dispuesto a explotar a sus hermanos por un mendrugo y él quedarse con el 90% de lo que producen?
¿Será qué estará dispuesto a ser cruel, despiadado con sus hermanos?
¿Será qué estará dispuesto a deslastrarse de sus valores morales y éticos le inculcaron desde su niñez para ser peón sumiso, obediente, servil?
¿Será qué estará dispuesto a asociarse con pares malignos, viles?
¿Será qué estará dispuesto a rodearse de esbirros para imponer su voluntad?
¿Será qué estará dispuesto a cualquier cosa con el fin de lograr y mantener su objetivo: ser millonario?
El peón iluso vivirá su vida en una eterna fantasía, sueño... pues su crianza y valores son un obstáculo para poder ser como su Amo.
Morirá envidiando y aparentando ser Amo vistiendo como él.
Lo peor, es que el Amo le hace creer puede ser como él y se lo cree. Algún que otro peón logra levantar la cabeza, pero una vez el Amo lo detecta, se la manda a cortar.
No hay que dejar florecer EJEMPLOS. Hay que mantener a los peones ilusionados, generación tras generación. Es la utopía que a los peones les permite caminar. Es su ESPERANZA ilusa.
Valmore Vivas
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