El malévolo hijo se asocia con el Pran para arruinar a su padre o matarlo si es el caso y así apoderarse de la fortuna del padre.
Hijo, que en sus andanzas, fue reclutado por el Pran como esbirro de sus fechorías.
El Pran lo fue entrenando en las fechorías él cometía.
El hijo, ingenuo, lo que no sabe es que el Pran lo usa para el cogerse la fortuna del padre y de vaina le tirará unos centavos por el servicio hecho. Y si protesta, simple, lo desaparece igual que al padre.
Corolario
Cuando se crían cuervos, sin querer, tarde o temprano comerán tus ojos.
Valmore Vivas
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