Estar en casa
Luego de muchos años de estar más afuera que en casa... es como sentir la otra cara de la moneda.
Sobre todo en los hombres que su vida la pasan más afuera por cuestiones de trabajo.
El estar en casa es todo un mundo desconocido para muchos. Si estaba, pero de ratitos.
Ese mundo interno se mueve dentro de una casa con sus quehaceres... los hombres tienden a desconocerlo en su hacer.
Quehaceres de cocinar, lavar, planchar, limpiar, hacer mercado, mantenimiento de servicios y estructura, entre otros, le eran desconocidos.
Cuando las circunstancias lo llevan a estar más en casa que afuera descubre ese mundo que sabía existía pero en él no se involucrada, estaba en otros oficios fuera.
Es ese mundo que deben enfrentar los jubilados... donde unos no se hallan, no se adaptan, se les hace pesado, calamitoso, enfermizo.
Los hombres a ello no se preparan, creen en su SER siempre van a estar trabajando afuera. Por eso hay jubilados que se vuelven insoportables, no se hallan, no se ubican en su nueva etapa la vida les está dando.
Peor es cuando los hombres no se involucran en los quehaceres de la casa, todos los hacen la esposa o las hijas. Ahí, no saben que hacer con todo el tiempo libre del que disponen. Muchos terminan enfermandose al no ocuparse.
Valmore Vivas
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