En una vecindad
Se turnan... las comadronas... en que casa se reunirán.
¿Para qué?
Simple, para sacarle los trapitos sucios a sus vecinos.
Una dice: Saben que la vecina de la casa 04 su marido disque está de enamorado de una jovencita. No para en casa.
Las otras al unisono dicen: No puede ser. ¿Y la jovencita es bonita?
Contesta la comadrona: Nadie la conoce. Seguro le anda sacando real a ese hombre, pues viejo como es, de vaina baila y de lo otro no se diga.
Las demás dicen: Verdad. Pobre vecina... que a estas alturas al viejo le de por ser verde. Se habrá visto.
Así de cuchicheo y cuchicheo las comadronas se entretienen desplumando a los vecinos.
Ay de quién caiga en sus lenguas.
Valmore Vivas
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