El espejo
Quieto en tu cuarto... solo te observa en tu ir y venir de tus mil quehaceres que inflan tu ego... al sentirte útil, exitoso.
Apenas ante él te detienes... para mirarte si vas bien peinado.
Al amanecer un agite por salir a tus quehaceres... que en casa empiezan.
Al anochecer... cansado de tu corre corre... a la cama te echas y al instante te duermes. Inquieto duermes. En tu mente los mil quehaceres por hacer hacen te muevas de un lado a otro, puños y patadas tiras... gritas... lloras... ries a carcajadas.
El espejo quieto, silencioso solo te observa. Sabe... que un día... poco a poco esos mil quehaceres los irás dejando. Poco a poco te aquietaras. Poco a poco más tiempo dedicaras a mirarte en el espejo.
Un día... te asombras... te espantas... ante el reflejo el espejo te muestra.
Es tu rostro, es tu cuerpo... lacerado con el tiempo de tus mil quehaceres hacías.
¿Que pasó?
Simple, los mil quehaceres te iban exprimiendo poco a poco tu vitalidad, vigor, lucidez.
Tu nombre... al olvido fue... ya no recuerdas como te llamas, quién es tu familia, donde estás. El limbo, la nada te atrapó.
Valmore Vivas