Reflexión 465
El dorso de mis manos
ya empiezan a mostrar las manchas
del trascurrir de los años.
Con ello
la puerta de entrada a la vejez,
al otoño de la vida.
En mis hermanos, hermanas
la he visto recorrer
para entrar a la etapa de la ancianidad,
al invierno de la vida.
Atrás dejando mi primavera, mi verano.
Niñez, adolescencia, juventud, adultez, madurez.
Etapas vividas con mil vivencias, experiencias, compartires, situaciones.
Viviendo desde lo verosímil a lo inverosímil.
Vivencias que me motivaron, hicieron soñar, labrar, sembrar, cultivar, cosechar.
Ahora a vivir la vejez... con toda la sabiduría aprendida, con la visión de vida lograda.
En ella entro... las circunstancias de vida la irán moldeando, emocionando, cultivando lo que un día se cosechará.
Basta ver, sentir lo vivido... para entrar a la nueva etapa de la vida con la frente elevada, el cuerpo erguido.
Éxito me deseo, jaja.
Valmore Vivas
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