Sentir que jamas es idéntico entre las personas, depende de su carácter, de su crianza, de sus valores, de sus principios, de su sensibilidad heredada, hecha, de las circunstancias de vida de cada quien en cada instante, en cada momento.
Por ello la belleza, sea física, espiritual, sentimental es mutante, cambiante de acuerdo a la persona.
Si aprendemos a respetar a cada persona tal cual es, crecemos, aprendemos de ese compartir, de ese convivir.
No atropelles, ni te dejes atropellar.
El respeto mutuo es virtud a ser cultivada, así cada uno se nutre su ser.
La vida es vivir, es fluir, es sentir.
Valmore Vivas
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