10 octubre 2010

Enseñanzas del TAO

Habla simplemente cuando sea necesario

Piensa lo que vas a decir, antes de abrir la boca.

Sé breve y preciso, ya que cada vez que dejas salir una palabra, dejas
salir al mismo tiempo una parte de tu Chi. De esta manera aprenderás a
desarrollar el arte de hablar sin perder energía.

Nunca hagas promesas que no puedas cumplir.

No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyectan
imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has
fabricado con tus palabras cargadas de Chi.

Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse
callado y no decir nada.

Aprende a ser como un espejo: Escucha y refleja la energía. El
Universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos
ha dado, porque el Universo acepta sin condiciones nuestros
pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones
y nos envía el reflejo de nuestra propia energía, bajo la forma de las
diferentes circunstancias que se presentan en nuestras vida.

Si te identificas con el éxito.., tendrás éxito.

Si te identificas con el fracaso.., tendrás fracaso.

Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son
simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra
habladuría interna.

Aprende a ser como el Universo, escuchando y reflejando la energía sin
emociones densas y sin prejuicios.
Porque siendo como un espejo, sin emociones aprendemos a hablar de otra manera.

Con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de
imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones
emocionales excesivas, simplemente permite una comunicación sincera y
fluída.

No te des mucha importancia, y sé humilde, pues cuanto más te muestras
superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu
propia imagen; y vives en un mundo de tensión e ilusiones.

Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de la
opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote
invisible, misterioso, indefinible, insondable como el Tao.

No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre, que
nos da lo que necesitamos.

Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, a percibir sus virtudes, a brillar.

El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos
inevitablemente.

Ten confianza en Tí mismo, preserva tu paz interna, evitando entrar en
la provocación y en las trampas de los otros.

No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada, sin
tomar conciencia profunda de la situación, te vas a crear
complicaciones.

La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen "Sí"
porque saben que ese famoso "Sí" no es sólido y le falta valor.

Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se
presenta y toma tu decisión después.

Así desarrollarás la confianza en tí mismo y la sabiduría.

Si realmente hay algo que no sabes o no tienes la respuesta a la
pregunta que te han hecho, acéptalo.
El hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta
saber todo, siempre tener razón y siempre dar su opinión muy personal.
En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace creer que sabe.

Evita el hecho de juzgar y de criticar, el Tao es imparcial y sin
juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no
conoce la dualidad.

Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu
opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido.

Juzgar es una manera de esconder tus propias debilidades.

El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.

Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de
todo lo que todavía no has resuelto de ti mismo.

Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu
energía en tu propia vida.

Ocúpate de ti mismo, no te defiendas, cuando tratas de defenderte en
realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los
otros y le das más fuerza a su agresión.

Si aceptas el no defenderte, estás mostrando que las opiniones de los
demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas
convencer a los demás para ser feliz.

Tu silencio interno te vuelve impasible.

Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar el ego
que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo.

Practica el arte de no hablar.

Toma un día a la semana para abstenerte de hablar, o por lo menos
algunas horas en el día, según lo permita tu organización personal.
Este es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo del
Tao, ilimitado, en lugar de tratar de explicar con las palabras lo que
es el Tao.

Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar, y tu
verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial,
dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del
silencio.

Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti, todo lo que necesitas para
realizarte y liberarte completamente.

Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder
permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio.

Si tu ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se
convertirá en un veneno y todo tu ser se envenenará rápidamente.

Quédate en silencio, cultiva tu propio poder interno.

Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo.

No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.

Conviértete en tu propio Maestro y deja a los demás ser lo que son, o
lo que tienen la capacidad de ser.

Dicho en otras palabras: Vive siguiendo la vida sagrada y las
enseñanzas del Tao.


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Valmore Vivas
04166846906

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