Reflexión 768
Una vez leí un cuento.
Llegó un forastero a un pueblo.
Antes de entrar al pueblo... debía transitar el cementerio del pueblo.
Al ir caminando... iba viendo en las lápidas el tiempo de vida.
Se asombró. Decía 6 meses, un año, dos años... máximo ocho años.
Sorprendido... al salir... se encontró con un anciano. Le preguntó.
- Que pasó en el Pueblo. Una epidemia llegó. Todos los fallecidos apenas eran bebes o niños. No llegaron a adultos. Que tristeza.
El anciano... le respondió:
- No es así. Lo que pasa es que acá es costumbre... que cada quien lleve colgado en su cuello un libreta de anotación. En ella va escribiendo cada suceso de vida le alegre su existir como su primera novia, su primer hijo, su matrimonio y así todo lo demás.
Al morir cada quién... se toma la libreta y se cuenta los días fue alegre. Esos son los días: años vivió.
Valmore Vivas
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