14 febrero 2013

Voluntad. De Leslie Rosen

Voluntad

"La acción más pequeña vale más que la intención más grande".

La voluntad es la fuerza o el instinto que anima a a hacer (o no hacer) algo determinado. Por esta razón, las personas que son capaces de decidir voluntariamente, de escoger sus actuaciones e incluso de emprender aquello que, a pesar de requerir un gran esfuerzo, es beneficioso para ellas, demuestran poseer una envidiable fuerza de voluntad.

El desarrollo de la voluntad requiere esfuerzo y, sobre todo, ejercicio. Cada vez que se supera un obstáculo, que se vence una dificultad, se da un paso importante en el fortalecimiento de esta capacidad y se avanza, en consecuencia, en el desarrollo personal. Esto sólo es posible si previamente se ha alcanzado un buen nivel de autocontrol y si se posee un notable equilibrio mental y psíquico.

Nadie que viva exclusivamente entregado al placer o que siempre haga lo que los demás le aconsejan podrá llegar a ser dueño de sus actos. Por esta razón, la fuerza de voluntad, es necesaria para tomar las riendas de la propia existencia.

CLAVES PARA DESARROLLAR LA FUERZA DE VOLUNTAD

Si deseamos fortalecer e incrementar nuestra fuerza de voluntad debemos intentar:

- Concienciarnos de que somos responsables directos de nuestros éxitos, pero también de nuestros fracasos.
- Comprometernos con nosotros mismos a trabajar duramente para alcanzar aquello que deseamos.
- Renunciar a "tirar la toalla" ante el primer obstáculo o indicio de fracaso.
- Fijarnos objetivos y metas alcanzables y evaluar periódicamente nuestro trabajo.
- Sustituir frases como "lo intentaré" por ideas del estilo de "voy a hacerlo" o "sé que puedo conseguirlo.
- Gratificarnos a nosotros mismos cada vez que obtengamos uno de nuestros objetivos.

DIFICULTADES AL DESARROLLO DE LA VOLUNTAD

No lograremos intensificar nuestra fuerza de voluntad si:
- Creemos que estamos condenados irremediablemente al fracaso.
- Actuamos sin convicción y adoptamos una actitud pesimista en todo lo que emprendemos.
- Consideramos que todo está predeterminado y que nada de lo que hagamos podrá cambiar el desarrollo de los acontecimientos.
- Atribuimos nuestros fracasos a la mala suerte.
- No nos esforzamos en desarrollar nuestras cualidades.
- Desconocemos nuestras capacidades y virtudes.
- Optamos siempre por la vía fácil, rápida y cómoda, evitando el esfuerzo.

Autora: Leslie Rosen
Libro: Pequeña Guía de los Valores Humanos

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